Quien tiene claro el porqué puede superar el cómo
Quien tiene claro el porqué puede superar el cómo
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Todos tenemos las mismas necesidades fundamentales: comer, beber, respirar... Nuestro cuerpo sólo funciona con alimentos y con sus nutrientes, por eso comemos y bebemos cada día. Pero mucha gente no tiene conciencia de que come. La única cosa que parece importante es el sabor, el espectáculo, las costumbres y que los alimentos sean baratos. Muchas veces el consumidor ignora toda la información sobre lo que come. Queremos tener lo mejor, pero los alimentos que nos ponemos en la boca son muchas veces de mala calidad.
Cada vez más puedes escuchar que somos lo que comemos, pero en realidad somos el resultado de nuestra digestión y del que asimilamos en los intestinos: los nutrientes. Los nutrientes son las vitaminas, los minerales, los carbohidratos, las grasas, los gliconutrientes -que se han hecho famosos en los últimos años, porque son muy importantes para la comunicación entre las 1014 (!) células, que forman un cuerpo de un adulto-, los oligoelementos y los líquidos. Pero también traspasan las paredes intestinales las toxinas, los químicos, las bacterias y otras sustancias, que pueden crear alergias e intolerancias alimentarias. Con otras palabras, nuestra comida de hoy es una parte de nuestro cuerpo de mañana. Así pues, es lógico de querer comer más saludable.
Si faltan nutrientes, tenemos hambre
Nuestro cerebro, la manera de tomar decisiones y nuestra digestión funciona en la misma manera cómo hace miles de años, atrás en las cuevas: tenían hambre, querían comer... ¡y ahora también! El hambre solo es una señal del cuerpo que hace cuando te faltan nutrientes para que pueda tener un buen funcionamiento.
Hoy nos encontramos con una paradoja: en nuestra sociedad tenemos comida en gran cantidad, pero muchas veces los consumidores sufren de una desnutrición. Los alimentos de hoy en día no tienen la misma cantidad de nutrientes y la misma calidad de los de hace unos 80 años atrás. Esto es debido a la producción industrial, la contaminación global y que los alimentos contienen demasiada grasa y productos químicos. El sobrepeso es un resultado de comer alimentos con más calorías de las que necesita el cuerpo. Los alimentos en una alimentación desequilibrada no contienen todos los nutrientes necesarios, que siguen faltando al cuerpo. El resultado es tener más hambre.
Nuestro estado de salud mental, físico y emocional depende del buen funcionamiento de nuestra digestión y de la composición de la flora intestinal, esta es afectada por la cantidad y la calidad de lo que comemos y lo que bebemos.
El qué, como, donde y cuando
Nuestra salud depende del que comemos, cuándo, dónde y cómo. Esto nos pide de tomar muchas decisiones. ¡Y seamos sinceros, nos cuesta mucho hacerlo! Hay que hacerse preguntas que realmente no queremos responder, entrar en un terreno dónde no tenemos experiencias y todo es nuevo. Es difícil de probar cosas nuevas: porque cuesta tiempo y no tenemos la misma seguridad. Nuestras costumbres personales a la hora de comer están muy ligadas a nuestro comportamiento. Queremos la tranquilidad de la rutina. Todo es más fácil, si se sabe hacer. Es por eso qué preferimos los platos clásicos de la familia: sabemos cómo se preparan, dónde podemos encontrar los ingredientes y sin lugar a dudas la comida gusta a los niños tal cómo es garantizado des de hace años. También vamos a los restaurantes de nuestra confianza dónde el gusto de las hamburguesas no cambia nunca y todo está controlado. Finalmente necesitamos nuestras compensaciones culinarias por todo lo qué no va bien en la vida: chocolate, azúcar blanco, alcohol, un buen trozo de carne y todas las cosas “buenas”.
Los síntomas son señales
Pero, ¿qué podemos hacer si este comportamiento a la larga nos hace poner enfermos? ¿Ignoramos los primeros síntomas sobre qué algo no va bien? ¿Pensamos qué son normales para nuestra edad? ¡Hay que escuchar el cuerpo y hacerle caso porqué es sabio! Hay qué ser consciente, de qué todas las acciones tienen consecuencias y efectos.
Todos tenemos claro de dónde venden los dolores de cabeza si hemos bebido demasiado alcohol en una ocasión o si nos cortamos o quemamos el dedo. La relación “causa – efecto” ¡Se ve claramente! Pero si comemos mucha carne, ¿nos acordaremos cuando la cabeza nos haga daño después de dos o tres días, cuando nos hagan daño las hemorroides en el momento de hacer una evacuación? ¿Sabes porque se han hecho demasiados duros los contenidos intestinales? ¿O ves al cabo de 30 o 40 años la relación entre un cáncer intestinal y el consumo de carne dos veces al día? ¡Sólo un enfermo sabe realmente qué quiere decir tener una buena salud! Toma una buena decisión y empieza a cuidar este tesoro: tu cuerpo.
Da a tu cuerpo la posibilidad de eliminar toxinas y empezarás un proceso de auto curación. Cada segundo mueren y nacen 50 millones de células en el cuerpo de un adulto. George Ohsawa, el fundador de la macrobiótica, ha mostrado el camino: “Dale a tu cuerpo lo qué necesita y la enfermedad no se podrá instalar”. Él también te ha dado 7 buenas razones de hacer una alimentación equilibrada, las “siete condiciones de la salud”: no sentirse nunca cansado y tener vitalidad, dormir bien, tener hambre y motivación para hacer cosas, tener una buena memoria, tener un buen humor y ser una persona amable, tener rapidez de pensamiento y de acción, y finalmente, la más importante, ser una persona justa y llena de gratitud.
No estás solo
La gran pregunta es: ¿Quieres vivir para comer o comer para vivir? No hay que seguir directamente una filosofía alimentaría, cómo la macrobiótica. Con unos cambios y ajustes alimentarios puedes tener bastante. No estás solo. Cada día más consumidores quieren saber el origen y el proceso de fabricación de los alimentos, la confianza en los productores industriales está desapareciendo. Cada día más gente sabemos, qué no podemos continuar así. Un regalo muy grande qué podemos hacer a los otros: ¡tener una buena salud!
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En mi página www.cuinar-sa.es puedes ver los talleres y actividades actuales qué estoy haciendo y encontrarás información sobre mí y mi trayectoria profesional.
Con sólo enseñar cómo es cocina una comida no es suficiente. A EspaiCuinarSa hacemos más que clases de cocina. El importante es el que, como, donde, cuando y el porqué. Trabajamos para crear una conciencia para tener la voluntad de poner el cambio en práctica. ¡Tenemos buenos y sabrosos argumentos! Te explicamos cómo establecer una rutina en la cocina con plena seguridad para no perder tiempo en el momento de cocinar y donde puedes encontrar los alimentos de calidad, para ser un consumidor consciente. Así funciona una cocina diariamente saludable.
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Matthias Hespe 2015