¿Realmente va bien hacer un detox en pleno invierno? - Matthias Hespe
¿Realmente va bien hacer un detox en pleno invierno?
¿Por qué mucha gente se propone buenas intenciones para el año nuevo? Ya sabemos que podemos cambiar las malas costumbres cualquier día durante el año. Pero nos gusta poner plazos, días especiales, desde donde cambiamos todo. Uno de estos días es el 1 de enero, el primer día de año nuevo.
En general, nuestro propósito de año nuevo, después de las fiestas, es hacer las cosas mejor. Queremos comer más saludable, hacer más deporte, dejar de fumar o beber alcohol, tener más tiempo para los niños o amigos etc.
Durante las fiestas navideñas no hacemos restricciones, comemos y bebemos mucho y con placer. Por esta razón los grupos de detox de WhatsApp y blogs suelen empezar durante la segunda semana de enero porque primero celebramos los reyes magos.
Desintoxicarse y revitalizarse, ese es el objetivo de un detox. En principio, sino te encuentras bien, es inteligente cambiar nuestros hábitos. Hay muchos productos preparados en forma de polvos y líquidos para realizar batidos y bebidas que puedes comprar en las tiendas dietéticas, es decir, productos para eliminar los materiales no deseados y las toxinas del cuerpo durante varios días o incluso semanas. ¿Necesitamos estos productos?
No, es mejor hacer un detox con alimentos saludables
Trampas de un detox y falsas esperanzas
La motivación de hacer un detox es perder toxinas acumuladas, perder peso, reforzar el sistema inmune, arreglar la digestión, mejorar la apariencia de la piel y del cabello y sentirte más ligero y con mayor bienestar.
Perder toxinas acumuladas: Lo interesante es que la ciencia dice que el cuerpo no necesita este soporte para perder las toxinas. Dice que el cuerpo tiene sus propios mecanismos para descomponer las toxinas a través del intestino, la piel, la respiración y los riñones. Las sustancias dañinas se excretan regularmente a través de la orina, las deposiciones, en forma de mucosidad y algunas veces a través de la piel. Si no fuera así, estaríamos envenenados y muertos.
Perder peso: Si empiezas un detox para perder peso vigila porque un detox puede provocar el efecto yoyó como otras dietas.
Reforzar el sistema inmune y mejorar la apariencia de la piel y el cabello: Estás equivocado si crees que un único detox te ayudará a reforzar persistentemente el sistema inmune o a arreglar la digestión y a ser más guapo y perder peso y mantenerlo.
Arreglar la digestión: El efecto de un detox, durante los primeros días, es justamente lo contrario de lo que mucha gente piensa, los efectos de eliminación se pueden presentar en forma de diarrea o restreñimiento.
Mayor bienestar: Si empiezas un detox, y sobre todo si lo haces por primera vez en tu vida, casi seguro que los primeros días no te encontrarás más ligero, ni tampoco con mayor bienestar, debido al dolor de cabeza, fiebre o lo contrario que es sentirse frio, con cansancio y con falta de energía.
En realidad, para mucha gente un detox es demasiado extremo y ellos no están entrenados para eso. La trampa de los primeros días es que no entienden la causa de los efectos. El resultado es que se den por vencidos y que saquen una mala conclusión: “Estas cosas saludables no están hechas para mí.”
En mi opinión hacer un detox es como si quisieras hacer deporte y empezaras directamente con un maratón, te dolería la musculatura y las articulaciones. Sin embargo, caminar cada día 30 minutos es un desarrollo más sostenible para nuestra salud que entrenarse directamente para un maratón.
En mi consulta recibo gente que hablan de los síntomas negativos de un uso excesivo de las dietas detox o el consumo de zumos verdes diarios en invierno. Una vez que son conscientes de la causa de su malestar, pueden cambiar la alimentación y evitar estos errores.
Si no haces correctamente un detox, o mal interpretas los efectos puedes crearte una desmotivación. Pero fíjate, hay otra trampa muy importante: El invierno no es el mejor momento del año para realizar un detox.
¿Cuándo es el mejor momento para hacer un detox?
En la macrobiótica agrupamos los alimentos por sus efectos energéticos, yin o yang. Para nuestra naturaleza humana es mejor si dejamos todos los alimentos extremos yin o yang y comemos los alimentos moderados. Para saber si un detox te puede ayudar o ponerte en peligro, necesitas entender la teoría macrobiótica.
Fíjate que la base de una dieta detox son los zumos, las frutas, los batidos verdes, las ensaladas, las cremas de verduras, las semillas, las algas, las grasas saludables y el agua mineral. Todos estos alimentos aparte de las semillas y las algas, son de naturaleza yin hasta el extremo yin.
Si tienes una condición yin, una alimentación demasiado yin no te puede ir bien. Su consumo hará que te sientas frío, más flojo y mentalmente más inseguro. No te servirá un detox con frutas y batidos verdes para mejorar tu estado general si eres de condición yin. Necesitarás alimentos yang para mejorar tu estado.
Como he mencionado antes, mucha gente empieza el detox después de las fiestas durante los meses fríos (yin). Por eso un detox principalmente hecho con alimentos yin en invierno crea un desequilibrio. Si hace frio, es mejor comer una alimentación más yang. Y es muy importante que durante los meses de invierno toda la naturaleza y nuestro cuerpo esta energéticamente en un punto de estagnación o movimiento flotante y profundo. Las puertas y ventanas están cerradas durante el frio y una eliminación tiene sus dificultades.
Es más efectivo hacer una depuración justamente antes que empieze la primavera con alimentos de la temporada que tienen naturalmente una energía más yin que apoya energéticamente el movimiento emergente y ascendente. Las puertas y ventanas se abren y la eliminación se desarrolla más fácilmente.
Durante el verano, por su clima caliente (yang), puedes usar sin exageración zumos verdes o batidos. Así es más fácil lograr un equilibrio energético.
La conclusión es que el momento de hacer el detox, la cuantidad, la duración y el estado energético de la persona, son los que determinan el efecto positivo o negativo y el éxito del detox.
¡Antes de desintoxicarse es mejor no intoxicarse!
Detrás de la idea del detox hay la intención razonable de comer una dieta equilibrada y saludable, cocinar alimentos frescos y no procesados o refinados, alimentos de producción ecológica y de temporada y limitar el consumo de productos animales. Bienestar y perder peso es consecuencia de un estilo de vida. Es mejor hacer un cambio de largo plazo y evitar intoxicarse.
La gente empieza a cuestionarse su manera de alimentarse y prefieren alimentos de buena calidad. De este modo comen menos toxinas ambientales y provocan menos toxinas durante el metabolismo. La clave es controlar bien la cantidad que comes y masticar muy bien tus alimentos. Así refuerzas tu sistema de digestión, el inmune y los órganos de eliminación pueden trabajar con éxito y sin trastornos y desgastes. Siguiendo la cocina macrobiótica continuarás siendo joven, activo y podrás realizar tus metas.
Si quieres una buena base para tu salud y bienestar tienes que hacer un cambio a largo plazo. Todo empieza hoy y en cada momento. No hace falta un día concreto. Un detox mal hecho durante 2 semanas no te serviráde mucho si después empiezas otra vez a comer de forma inapropiada.
Te recomiendo la sopa de miso para no intoxicarte y para revitalizarte. Sus ingredientes ayudan a eliminar el colesterol (shiitake), reparar el sistema nervioso y eliminar metales pesantes (alga de wakame), remineralizar, eliminar toxinas y yanguizar el cuerpo (miso). El consumo del miso (yang) es crucial para todos los que siguen una alimentación vegetariana o vegana; sobre todo durante invierno.
SOPA DE MISO:
Ingredientes para 4 personas:
4 cm de alga wakame cortada y remojada (10 minutos)
1 zanahoria cortada
1 nabo cortado en juliana
1 cebolla cortada en media luna
1 puerro pequeño cortado a tiras pequeñas
1 shiitake por persona remojado
1 cucharadita de café de aceite de sésamo
1 litro de agua hirviendo
2 cucharadas grandes de mugi miso o 2 cucharadas grandes de shiro miso
1 cebolla tierna cortada finamente
Preparación:
Calentamos el agua en una olla.
En una olla sofreímos la cebolla con aceite de sésamo, más tarde ponemos las otras verduras, los shiitakes, el alga wakame y añadimos el agua caliente. Lo cocemos unos 15 minutos.
Diluimos el miso con un poco de agua caliente y después lo mezclamos con la sopa. No debemos dejar que la sopa con el miso hierva, pero la dejamos 2-3 minutos más sobre un fuego pequeño.
Ponemos la cebolla tierna en la sopa en el momento de servirla.
Matthias Hespe - enero 2018